Preguntas frecuentes Hipnosis clínica.
Desgraciadamente, en la actualidad existen mitos y malos entendidos sobre qué es la hipnosis y cómo funciona.
Los shows televisivos han ayudado a infundir cierto temor y recelo ante la práctica de la hipnosis.
Los estereotipos creados conducen a la gente a tener creencias falsas y mostrarse reticentes ante la terapia basada en la hipnosis.
Hoy, vamos a resolver los 10 mitos sobre la hipnosis más comúnmente extendidos.
1. ¿Se encuentran en un estado de inconsciencia las personas en estado hipnótico?
No es así. En realidad, la persona en estado hipnótico experimenta una mejora en su concentración y logra focalizarse de una forma poco habitual.
El paciente es consciente en todo momento durante el proceso de hipnosis.
2. ¿Es la hipnosis un estado similar al sueño?
Este mito está ampliamente extendido gracias a la idea, también errónea, de que para entrar en un estado hipnótico el paciente debe tener los ojos cerrados.
Cerrar los ojos, efectivamente, puede ayudar a mejorar la concentración y por tanto es algo que favorece el estado de hipnosis, pero un paciente que mantiene los ojos abiertos también puede llegar a ser hipnotizado.
En estos casos, se suele denominar “hipnosis activa”.
3. ¿Durante la hipnosis, el terapeuta puede “manipular” los deseos o actos del paciente?
Sin una voluntad real por parte del paciente para someterse al proceso de hipnosis, no puede existir hipnosis.
Es imposible inducir el estado de focalización atencional propio de la hipnosis si el paciente no colabora en el proceso.
En cualquier caso, el terapeuta no tiene control alguno sobre la voluntad del sujeto.
El paciente tiene en todo momento la capacidad atencional para tomar sus propias decisiones.
En caso de que el terapeuta “ordene” al paciente a realizar algo en contra de su voluntad, éste abandonaría el estado hipnótico.
4. Durante el estado de hipnosis, ¿es cierto que el paciente puede recordar con precisión todo lo ocurrido durante su vida?
No, no es cierto.
Lo que ocurre es que, en algunas ocasiones, el paciente puede desarrollar relatos sobre momentos de su vida que no se ciñen a lo que realmente pasó.
5. ¿Qué “poder” debe poseer el hipnotizador para lograr hipnotizar a los pacientes?
No se trata de tener ningún poder o don sobrenatural.
Cualquier profesional debidamente preparado y cualificado puede hacer uso del proceso de hipnosis para tratar a los pacientes.
6. ¿Recuerdan los pacientes lo que ha sucedido mientras han estado hipnotizados?
La gran mayoría de personas son capaces de recordar todo o casi todo lo que tuvo lugar durante el proceso de hipnosis.
7. ¿Es la hipnosis una terapia?
No exactamente.
La hipnosis no es una terapia en sí misma.
La hipnosis es una técnica específica que puede ser empleada con buenos resultados y para incentivar ciertos cambios en el sujeto.
Podríamos decir que los pacientes no se tratan 'con' hipnosis, sino más bien 'bajo' hipnosis y siempre con el soporte de otras técnicas, procesos y herramientas que maneja el terapeuta.
8. ¿Las personas más susceptibles de ser hipnotizadas son menos inteligentes o algo similar?
No. De hecho, es más bien al revés.
Existe una correlación positiva (aunque no es una correlación muy fuerte, en realidad) entre la inteligencia del paciente y su “hipnotizabilidad”.
Por tanto, son las personas más inteligentes las que pueden lograr el estado de focalización atencional con más facilidad.
9. ¿La hipnosis es peligrosa o entraña algún tipo de riesgo?
No se ha reportado ningún caso de alguien que sufriera daños físicos o psicológicos causados por una sesión de hipnosis. Muchas personas son hipnotizadas cada día por cientos de profesionales, y la mayoría no solo no declara perjuicio alguno, sino justamente lo contrario.
10. ¿Podría el paciente hipnotizado quedarse en estado de trance permanentemente si el terapeuta no lo despierta?
Como ya se ha comentado, las personas que se someten al proceso de hipnosis pueden salir de este estado en el momento en que lo deseen.
Cabe recordar que el estado de focalización atencional no es sinónimo de quedarse dormido.
En consecuencia, es imposible despertar a alguien que no se encuentra dormido, porque ¡ya está despierto!
Lo cierto es que, durante el proceso de hipnosis y debido al restado de relajación que se alcanza, el sujeto podría quedarse dormido, pero este sería un estado absolutamente convencional y podría despertar por sus propios medios sin necesidad de ayuda del terapeuta.