El secreto más grande para eliminar el complejo de inferioridad - otro término para definir la falta de confianza en sí mismo – consiste en llenar la mente hasta que rebose de fe. Debes darle a tu mente un nuevo y más positivo orden de ideas, y ello se logrará con la reiterada representación de ideas que te infundan la confianza. En el ajetreo de la diaria existencia se hace necesario disciplinar los pensamientos si se pretende reeducar la mente, para hacer de ella una planta productora de poder. La falta de confianza en sí mismo, aparentemente es uno de los grandes males que acosan a la gente de hoy en día. Se hizo, en una Universidad, una encuesta sobre estudiantes de psicología.
A los estudiantes se les pidió que declararan el más difícil de sus problemas personales; el setenta y cinco por ciento señaló la falta de confianza en sí mismo.
Se puede admitir con seguridad que esa proporción es correcta para la población en general. En todas partes encuentras gente temerosa en su interior, que rehúyen la vida; que sufren de un profundo sentimiento de insuficiencia e inseguridad; que dudan de su propio poder. En lo profundo de ellas mismas desconfían de sus capacidades, para asumir responsabilidades o para aprovechar las oportunidades. Siempre están acosadas por el vago y siniestro temor de que algo malo va a suceder.
No creen que tienen en sus manos lo que les permite ser lo que quieran; por eso tratan de conformarse con menos de lo que son capaces de conseguir. Miles y miles de seres humanos se arrastran por la vida de rodillas, vencidos y temerosos. Y en la mayoría de los casos tal impotencia es injustificada. Las desdichas de la vida, la acumulación de dificultades, la multiplicación de problemas, tienden a minar la energía y a que estés agotado y desanimado. En tales condiciones, la verdadera magnitud del poder de una persona se oculta, y esta se entrega a un desaliento no justificado por los hechos.
Es vitalmente esencial el recontar las cualidades, habilidades, destrezas, virtudes y talento de tu personalidad. Si haces este recuento en una actitud racional te convencerás de que estás menos vencido de lo que crees estarlo.
«Las actitudes son más importantes que los hechos.» Esto merece ser repetido hasta que captemos su verdad. Cualquier hecho que tengamos enfrente, así sea el más complicado, incluso algo desesperado, no es tan importante como nuestra actitud hacia él.
La forma en que pienses acerca de un hecho puede derrotarte aun antes de que actúes. Puedes permitir que un hecho te abrume mentalmente, antes de que comiences realmente a enfrentarte con él; por otro lado, un orden de pensamiento seguro y optimista puede vencer o modificar el hecho totalmente. Existen personas que son magníficos elementos para una organización, no porque tengan una capacidad extraordinaria, sino porque siempre manifiestan un pensamiento optimista. Si sus socios ven algo con pesimismo, este tipo de personas ponen en práctica inmediatamente lo que llaman «el método de la aspiradora», es decir, que con una serie de preguntas «aspiran el polvo» de las mentes de sus socios, expulsando de ellas sus actitudes negativas. Después, sosegadamente sugieren ideas positivas relativas al asunto, hasta que un nuevo conjunto de actitudes mentales, les dan un nuevo concepto de los hechos.
A menudo una persona optimista y asertiva comenta cuán diferentes aparecen los hechos cuando él «se pone a trabajar sobre ellos».
Es en la actitud de seguridad donde radican las diferencias, pero esta regla no excluye la estimación objetiva de los hechos. Las víctimas del complejo de inferioridad ven todos los hechos a través de actitudes descoloridas. El secreto para corregirlo, sencillamente, es lograr un punto de vista normal que inmediatamente se inclinará hacia el lado positivo. Así, pues, si te sientes vencido y has perdido confianza en tus capacidades, para triunfar, siéntate, toma un pedazo de papel y haz una lista, no de los factores que están en contra tuya, sino de los que tienes a tu favor.
Si tú, o cualquier otra persona, piensa constantemente en las fuerzas que parecen estar en contra, estas se robustecerán hasta constituir un poder más allá de lo justificado. Adquirirán una fuerza formidable que realmente no tienen; pero si, por el contrario, visualizas mentalmente, sus efectos y los afirmas y reafirmas, manteniendo tus pensamientos en ellos, dándole énfasis hasta su máximo grado, te alzarás sobre las dificultades, sean las que sean.
Tus poderes internos se reafirmarán y pasarás del fracaso a la victoria. No hay otra idea más poderosa, en el desarrollo de la confianza en sí mismo, que esta sencilla creencia, si se practica. Los sentimientos de confianza dependen del tipo de pensamientos que habitualmente ocupan tu mente.
Piensa en el fracaso y te sentirás fracasado. Pero haz la prueba de pensamientos de confianza, has de ello un hábito dominante y desarrollarás una capacidad tan fuerte que así sean las dificultades que te sobrevengan podrás vencerlas. Los sentimientos de confianza, de hecho, inducen a aumentar la fuerza. Alguien dijo una vez: «Se intrépido y fuerzas poderosas vendrán en tu ayuda:» La experiencia comprueba la verdad. Tú sentirás esas fuerzas poderosas ayudándote a medida que aumentas tu fe, la cual rectificará tus actitudes mentales.
Ralph Waldo Emerson declaró una verdad muy grande: «Triunfan aquellos que creen poder hacerlo», y agregaba: "Haga las cosas que teme, y la muerte del temor será segura." Practica la confianza en la fe, y tus temores e inseguridades, muy pronto, no tendrán poder sobre ti.
A continuación, existen algunas reglas sencillas factibles, para vencer las actitudes de insuficiencia y aprender a practicar la fe. Miles las han usado, informando del éxito de los resultados.
Sigue este método y también crecerá la confianza en tus poderes; tú también tendrás un nuevo sentimiento de poder.
1. Formula y graba indeleblemente, en tu mente, un retrato mental de ti mismo triunfando. Mantén tenazmente, este retrato; nunca permitas que desaparezca. Tu mente tratará de desarrollar esta imagen.
Nunca pienses que eres un fracasado; nunca dudes de la realidad de la imagen mental.
Esto es muy peligroso porque la mente siempre trata de completar lo que vislumbra; así, siempre imaginarás «el triunfo», sin importar si tu situación actual no es la mejor.
2. Determina ante quién te sientes inferior.
Si tienes un complejo de inferioridad, eso quiere decir que te sientes inferior a otra persona.
Pregúntate quién te hace sentir de esta manera. ¿Te sientes inferior a las personas atractivas, con más dinero, más inteligentes, exitosas? Analízalo e identifica con quién o qué tipo de personalidades te sientes de esta manera.
Cuando hayas resuelto lo anterior, evalúa porque esa persona no es superior a ti. ¿Puede resolver situaciones como tú?¿Tiene habilidades para trabajar en equipo como tú, tiene cualidades y valores similares o no a los tuyos?
3. Deja de desear ser como otros.
El complejo de inferioridad está enmarcado en el deseo de ser igual a otra persona, y que tus resultados no son tan buenos como los de ella. Ten presente algo, todos tenemos una historia, todos tomamos diferentes decisiones y todos cumplimos un propósito.
El propósito de vida de alguien es distinto al tuyo, tus resultados son diferentes a los de otra persona. No trates de ser alguien que no eres y siempre procura ser tú mismo. Inspírate en la gente. Eso significa que admires a los demás, que observes algunas de sus virtudes y que las desarrolles en ti mismo. En este caso, la diferencia importante será que, si lo haces, seguirás siendo tú, no estarás intentando copiar a otra persona o ser alguien que no eres.
Con este método utilizarás las virtudes de los demás como una guía positiva, mientras que seguirás siendo fiel a ti mismo.
4. Siempre que algún pensamiento negativo concerniente a tus poderes personales te venga a la mente expresa deliberadamente un pensamiento positivo que desvanezca el anterior.
5. No crees obstáculos en tu imaginación.
Desprecia todos los llamados obstáculos que se levanten; no les concedas importancia. Las dificultades deben ser estudiadas y consideradas eficientemente, para ser eliminadas; pero deben ser vistas solamente como lo que son; no deberán ser gigantescas con pensamientos de temor.
6. Trata de no preocuparte por lo que piensen los demás.
A menudo descubrimos supuestos problemas en nosotros mismos basados en si los demás piensan que somos lo suficientemente buenos o no.
Esto no es sano, así que deja de preocuparte tanto por lo que otros piensen de ti, la única opinión que cuenta es la tuya. En ocasiones, estos juicios son reales, pero muchas veces son imaginarios. Concéntrate en ser feliz sin preocuparte por lo que los otros piensen de ti e intenta no estar pendiente del juicio o críticas de los demás.
7. Consigue un consejero, competente, que te ayude a comprender por qué haces lo que haces.
Descubre el origen de tus sentimientos de inferioridad y de duda en ti mismo, que con frecuencia provienen de la niñez, Conocerse a sí mismo conduce a la curación.
8. Concéntrate en tus habilidades, fortalezas y las oportunidades que tienes para crecer además de potenciar todas tus cualidades positivas.
9. Eres especial, ámate a ti mismo.
Fortalece tu autoestima, posees enormes capacidades, todos y cada una de las personas tienen diferentes habilidades, no te sientas mal porque no eres igual a otro. Agradece esas diferencias, ya que gracias a ellas somos especiales y maravillosos.
10. Nunca escuches a quienes te menosprecien.
Evalúa de quien provienen las críticas, por lo general vienen de personas que jamás han realizado algo, apaláncate con sus palabras y demuéstrate a ti mismo que eres capaz y poderoso.
11. Haz un balance real de tus propias capacidades y auméntale un diez por ciento.
No te vuelvas vanidoso, pero crea un respeto sano a tí mismo; confía en tus propias capacidades y cualidades.
12. Practica diez veces al día la siguiente afirmación, repitiéndola en voz alta, si es posible: «Puedo hacer todas las cosas gracias a un poder infinito, que me fortalece».
Repite estas palabras AHORA MISMO; esta mágica frase es el más poderoso antídoto terrestre contra los pensamientos de inferioridad.
13. Ponte en las manos de esa Fuerza Superior; para esto simplemente afirma: «Estoy en las manos de una Fuerza Superior que me beneficia ».
Después, convéncete de que AHORA MISMO recibes todos los poderes que necesitas; «siente» cómo fluyen dentro de ti; afirma que ese Poder Superior está contigo en forma de un poder adecuado para afrontar las exigencias de la vida.
14.Recuerda que una Fuerza y una Divinidad infinita están contigo y que nada te podrá vencer.
Confía que AHORA RECIBES todo ese Poder Dentro De Ti..
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