El cortisol es una hormona esteroidea producida en la corteza de las glándulas suprarrenales y que actúa como mensajero químico. Si bien se la conoce comúnmente como la hormona del estrés debido a su papel en la respuesta al estrés, tiene otras funciones importantes. La mayoría de las células de nuestro cuerpo tienen receptores de cortisol y participa en procesos como la regulación del azúcar en sangre, la reducción de la inflamación, la regulación del metabolismo o la memoria.
El cortisol es la principal hormona del estrés y si el cortisol está demasiado alto, pueden aparecer muchos problemas de salud. Cuando su cortisol está demasiado alto se acumula grasa abdominal y los músculos pierden proteínas lo que va a provocar una gran debilidad muscular y reducción de nalgas y muslos. Lo extraño de la situación es que los brazos y las piernas seguirán estando delgados pues realmente ocurre una redistribución de la grasa corporal.
Las rodillas pueden volverse dolorosas y débiles, especialmente cuando subes escaleras esto se debe a una pérdida de colágeno que no solo se produce en la piel. Aunque experimentos de laboratorio han demostrado que la pérdida de colágeno provocada por el cortisol en la piel es diez veces mayor que en cualquier otro tejido por lo que nos encontraremos con una piel fina y que se levanta con facilidad incluso con raspones muy pequeñitos.
La presión arterial puede aumentar comenzando con la sistólica que es el número superior o máxima y luego la diastólica que también conoceréis como mínima y esto lo hace porque aumenta la sensibilidad de los vasos sanguíneos a la epinefrina y la norepinefrina.
En ausencia de cortisol, aparece una vasodilatación generalizada que reducirá la presión sanguínea. Un exceso de cortisol puede provocar problemas de azúcar en sangre pudiendo incluso terminar convirtiéndose en diabetes si hay demasiado cortisol, ya que contrarresta la insulina, contribuyendo al aumento de la glucosa en sangre a través de la estimulación de la gluconeogénesis hepática, ósea la producción de glucosa en el hígado, y la inhibición de la utilización por parte de las células de la glucosa al interferir con los transportadores de glucosa de la membrana celular.
Por eso cuando las personas se toman prednisona, por ejemplo, cuando usan mucha prednisona, pueden aumentar sus niveles de glucosa en sangre y eso debe estar controlado por el médico. Si tienes problemas con la líbido, ese sería un síntoma que puede indicar que tienes un problema con el cortisol.
Esto es lógico, pensad en nuestros antepasados de las cavernas perseguidos por un depredador, a tope de estrés, a tope de cortisol... todas las alarmas de lucha o huida encendidas..
"No parece el mejor momento para pensar en la reproducción"
El exceso de cortisol también está relacionado con la producción de ácido en el estómago, por lo que puedes tener problemas digestivos por un exceso de ácido en el estómago que puede producir ardor o reflujo.
Es por eso que el estrés puede llevarnos a padecer problemas de hiperacidez o incluso úlcera. La energía que nos aporta el cortisol puede ser contraproducente para el organismo a la hora de dormir ya que el exceso de esta hormona no nos deja entrar en estado de reposo y por eso muchas personas sufren insomnio.
En condiciones normales, cualquiera de nosotros, tenemos una subida de cortisol alrededor de las 8:00 de la mañana, para empezar el día con la energía suficiente y mantener esa energía durante la mañana.
Pero cuando hay demasiado cortisol en la sangre, por ejemplo cuándo está sufriendo estrés, sucede todo lo contrario la persona se activa por la noche, por ese exceso de cortisol, y por la mañana está agotada.
La glándula timo, que se encarga de regular el sistema inmunitario, también se ve afectada por el cortisol, haciendo que el sistema inmunitario ataque sus propios tejidos. El asma y las alergias son los síntomas más comunes de un fallo en este sistema.
La ansiedad es uno de los síntomas más comunes que suelen aparecer cuando alguien se ve sometido a altos niveles de cortisol a causa del estrés. Esto va acompañado de cambios de humor repentinos y continuos a lo largo del día, presentando en algunos casos cuadros de depresión graves.
La prueba de cortisol suele consistir en un análisis de sangre. Como los niveles de cortisol cambian durante el día, el momento de la prueba de cortisol es importante. La prueba de cortisol en la sangre se suele hacer dos veces a distintas horas, una vez por la mañana, cuando los niveles de cortisol están más altos, y otra vez por la tarde, cuando están mucho más bajos.
El cortisol también se puede medir en la orina o saliva. Para la prueba de cortisol en la orina, el médico podría pedirte que recojas la orina durante 24 horas. Esto se conoce como análisis de una muestra de orina de 24 horas.
Se utiliza porque los niveles de cortisol varían durante el día. La prueba de cortisol en la saliva se suele hacer en casa y el médico te recomendará o te dará un kit para esta prueba.
¿Qué haces al respecto si tienes síntomas de cortisol alto? Dile adiós al café. La cafeína tiende a aumentar el nivel de cortisol en la sangre al menos un 30 % en una hora. Sin embargo, los efectos en algunos casos pueden durar 18 horas. Si tu intención es disminuir los niveles de cortisol no bebas más café.
Haz ejercicio. Los conocidos beneficios de tener una rutina regular de hacer ejercicio como son: perder peso, ganar masa muscular o aumentar la producción de serotonina y dopamina, harán que corras menos riesgo de sufrir ansiedad o depresión. Además, correr, controlando la intensidad y el tiempo o dar largas caminatas por la naturaleza pueden ir bien en estos casos.
También se recomiendan actividades como la natación, pilates o yoga, que no son muy intensas y pueden ayudarnos a controlar los niveles de cortisol. Tomar algún suplemento de vitamina D también puede ser una buena idea ya que el cortisol tiende a bloquear la almacenamiento de vitamina D, así como la capacidad de usar vitamina D.
Además, la vitamina D puede bloquear la acción de la enzima que transforma la cortisona en cortisol reduciendo así los niveles de cortisol, Cuida tu higiene del sueño, mantén los horarios, realiza rituales para relajarte antes de dormir, cena ligero y preferiblemente 3 horas antes de irte a la cama y procura hacer todo lo posible para descansar bien todas las noches.
Busca el ritual que más te agrade y ponlo en práctica. Ten en cuenta que, aparte de reducir los niveles de cortisol en el organismo, disfrutar de un buen descanso nocturno te permitirá parecer más joven y estar más sano. Mantén una dieta equilibrada, rica en alimentos nutritivos y deja de lado los refrescos y bebidas energéticas, alimentos procesados o precocinados. Consume verduras frescas a diario, prepárate comidas completas, compuestas de verduras, proteínas y fibra para mantener la glucosa bajo control.
También es recomendable consumir alimentos ricos en vitaminas del grupo B, magnesio y potasio.
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